Junto a la Plaza de la Paja se encuentran los Jardines del Príncipe de Anglona, de inspiración hispanoárabe. Entrar a descubrirlos es gratis y merece la pena.
¿Te imaginas encontrar, en medio de la vorágine de La Latina, un auténtico oasis de tranquilidad? ¡Existe! Son los Jardines del Príncipe de Anglona, uno de los secretos mejor guardados del Madrid de los Austrias y que hoy descubrimos para ti.

Estamos ante uno de los escasos jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en la capital y un curioso ejemplo de jardín colgante, ya que está situado en un terraplén artificial que salva el fuerte desnivel existente entre la calle Segovia y la del Príncipe de Anglona.
Origen y decadencia
El jardín fue un anexo al Palacio del Príncipe de Anglona, donde vivió Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pimentel, de la casa de Osuna, a quien debe su nombre el palacio y los jardines. El arquitecto Nicolas Chalmandrier fue el encargado de diseñar una zona de recreo de estilo neoclásico e inspiración hispanoárabe, siguiendo los gustos de la época.
Con el transcurso de los años, los jardines fueron reformados en diferentes ocasiones. Uno de los rediseños más importantes fue el llevado a cabo por Javier de Winthuysen, quien adaptó el espacio a los gustos de los Marqueses de la Romana. Con el paso del tiempo la Corte perdió el interés por los jardines y dejaron de cuidarse, hasta que en 1978 cayeron en manos municipales. Tras la última restauración, en 2002, recuperaron su esplendor de antaño y fueron abiertos a los madrileños.

Rincones por descubrir
Nada parece indicar que detrás del muro de ladrillo que rodea los jardines se esconde un precioso espacio verde con una superficie aproximada de 500 m2 llena de árboles frutales y cuidados setos de boj que van delimitando los diferentes espacios.
Alrededor de la pequeña fuente central, construida en granito, surgen caminos de piedra que invitan a descubrir cada uno de los rincones del jardín, como la pérgola por donde trepan los rosales y el cenador de hierro que se encuentra en uno de los extremos, junto a la Plaza de la Paja.

Cuándo acudir
Cualquier época del año es perfecta para visitar el jardín y todas ellas tienen su encanto, aunque durante la época de la floración se llena de colorido y el verde luce en toda su intensidad. El otoño, en cambio, añade un toque melancólico que hace este pequeño oasis de paz y tranquilidad parezca un cuadro romántico.

A la hora de visitar los jardines hay que tener en cuenta que tienen horario, ya que se cierran por la noche. De octubre a febrero se puede visitar de 10 a 18 horas, y de marzo a septiembre de 10 a 22 horas. Permanecen abiertos y son gratuitos todos los días de la semana.
Si la intención es fotografiar el jardín, lo mejor es acudir a primera hora de la mañana, cuando aún no hay gente. Después, no es difícil encontrar a personas que acuden a relajarse leyendo un buen libro, parejas que pasean tranquilamente, curiosos interesados en la botánica o amigos que, simplemente, disfrutan de su tiempo libre en un sitio tranquilo y que te alegra a la vista.
Y tú, ¿ya conoces los Jardines del Príncipe de Anglona? ¿Te animas a visitarlos?