La Casa del Pastor está situada en el número 21 de la calle Segovia, bajo el Viaducto. Además de ser conocida por lucir el escudo más antiguo de Madrid, esconde una curiosa leyenda de cómo llegó a recibir este nombre.
Si paseamos por la calle de Segovia, en el barrio de La Latina, justo por debajo del Viaducto, podremos observar una casa con un antiguo escudo en uno de sus muros. La casa es de nueva construcción. Sustituye a la antigua conocida como La Casa del Pastor y que fue derribada en los años 80. Pero aún conserva su nombre y el escudo, considerado el más antiguo de Madrid.

En el siglo XVI los madrileños paseaban por esta calle y ya podían contemplar esta casa, que tenía la fuente de los Caños Viejos adosada a uno de sus muros. Un siglo más tarde se colocaba encima de la fuente, y a modo de adorno, el escudo de armas de la ciudad.
Primera sede del Ayuntamiento
La casa era muy conocida, ya que fue sede del Ayuntamiento. Entre sus muros se celebró la que fuera la primera reunión del Consistorio. Un siglo más tarde, el edificio fue reconstruido.

El inmueble ya aparece en el plano de Texeira, con la fuente adosada y un pequeño jardín posterior. En el plano de Ibáñez de Íbero, sin embargo, ya había desaparecido la fuente. El solar donde estaba instalada la vivienda era todavía más grande, y llegó a tener cinco plantas, incluyendo las buhardillas.
El paso del tiempo hizo mella en la construcción, que tuvo que ser derribada por ruina en el siglo XX. Solo quedaron los cimientos, el muro que guardaba el escudo de armas renacentista y unos pasadizos subterráneos que, al parecer, comunicaban el lugar con el Palacio Real y el Alto de Extremadura, por debajo del Campo del Moro. Otros túneles se dirigían a la Puerta Cerrada, a la Puerta de Moros y al Palacio de la Aldaba.

En defensa del Patrimonio
En 1988, el Ayuntamiento decidió derribar los restos del inmueble. La decisión estuvo rodeada de una polémica vecinal. Los vecinos de la zona se constituyeron en una Coordinadora de Defensa del Patrimonio Histórico.No entendían cómo no se conservaban los cinco pasadizos encontrados en el subsuelo. En su opinión, podían haber sido mostrados como una curiosidad turística, al estilo de ciudades como París y Roma. Además, los solicitaban reconstruir el edificio y convertirlo en centro turístico sobre los orígenes de Madrid.
Las peticiones cayeron en saco roto y dos años más tarde se levantaba el nuevo edificio que, pese a tener un porte moderno, sigue conservando el escudo. En su fachada, además, se puede ver una placa anunciando que el inmueble obtuvo, solo un año más tarde de su nueva inauguración, el Premio de Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

Un escudo del siglo XVII
El muro que conserva el escudo es de sillería de granito y mira hacia el oeste. Fue labrado a mediados del siglo XVII, pero se cree que fue una copia de uno anterior, del siglo XVI.
Es un altorrelieve tallado en piedra, donde se puede observar el oso y el madroño que representan a Madrid. Están rematados por una corona real y enmarcados en una falsa hornacina ciega, con pilastras laterales. Hay quien piensa que el oso es, en realidad, una osa, ya que forma parte de la constelación de la Osa Mayor, como demuestran las estrellas que rodean la figura. Sin embargo, hay también quien afirma que el símbolo procede de un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Iglesia por los campos del entorno, entonces hábitat natural de los osos.

Origen de su nombre
Otra de las cosas que llama la atención de esta casa es su nombre. ¿Por qué se la llama Casa del Pastor? Hay quien dice que la casa pertenecía a un pastor que mantenía relación con la reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV. Sin embargo, la leyenda más extendida afirma que fue habitada por el clérigo don José, que vivió una vida de entrega cuidando enfermos. Una actividad que le llevó a contagiarse de la peste.
En su testamento, don José indicó que sus bienes fueran repartidos entre los más pobres. Y especificó que su casa sería para la primera persona que ingresara a la villa, al día siguiente de su fallecimiento, atravesando la Puerta de la Vega.

Quiso el destino que a la mañana siguiente de su muerte un pastor entrara en Madrid con sus ovejas. Los alguaciles, que estaban esperándole, le condujeron hasta la casa y allí le dieron la buena noticia.La suerte había querido convertirle en nuevo propietario del inmueble. Cuentan que el pastor, que curiosamente conocía al clérigo al haberle escondido tiempo atrás por un malentendido con la Inquisición, aceptó sin dudarlo.
Como curiosidad, la Casa del Pastor ha aparecido también en el cine. El director Pedro Almodóvar, gran amante del barrio de La Latina, la inmortalizó en su película “Los amantes pasajeros”, en 2012. Era la casa donde vivía una de las protagonistas de la historia.