La Plazuela de San Javier se encuentra encastrada en el conjunto de calles que discurren entre la del Sacramento y la de Segovia. Ostenta el simbólico título de ser la Plaza más pequeña de la ciudad. A pesar de ello, la historia ha dejado huella en este pequeño rincón del Madrid de los Austrias.
La Plazuela de San Javier se encuentra adosada a la calle del Conde. Debe su nombre a que en ella se encontrada una casa de la Compañía de Jesús. En una de las paredes del edificio había dibujado un fresco, en el que se podía ver a San Francisco Javier bautizando a un grupo de indios.

La casa ocupaba el nº 2 de la plazuela. Se construyó a principios del siglo XVII y a lo largo del tiempo ha sufrido varias remodelaciones. Ahora es un inmueble de viviendas particulares.
Palacio de Revillagigedo
El nº1 de la Plazuela de San Javier, corresponde a la parte trasera del Palacio del Conde de Revillagigedo, que tenía su entrada principal por la calle del Sacramento. El primer conde fue Juan Francisco de Güemes y Horcasitas. Es el primero de una saga de virreyes de Nueva España (México). En la actualidad el edificio se utiliza como oficinas del Ayuntamiento de Madrid.
El nº 3 de la calle del Conde, contempla de frente la pequeña plaza que tiene forma de U. Se cuenta, que en este edifico vivía una amante de Luis Candelas. La Plazuela de San Javier y las calles que la rodean eran una de la zona en las que él bandolero realizaban sus asaltos.

El mesón de San Javier
En este edifico se encontraba el mesón de San Javier. Inaugurado a principios del siglo XIX adquirió cierta fama. Eran frecuentado por el famoso bandolero y por ilustres personajes de la sociedad de la época. Fue creciendo y el propietario adquirió el local contiguo y lo convirtió en posada.
Como curiosidad, la zarzuela Luisa Fernanda, estrenada el 26 de marzo de 1932 en el Teatro Calderón, está ambientada en esta posada. Según el libreto escrito por Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw, y al que puso música el profesor Federico Moreno Torroba, la protagonista eran una de sus huéspedes.

Con los años, el mesón de San Javier se convirtió en restaurante, hasta que en 1988 cerró definitivamente pasando a convertirse en un edifico de viviendas.
Descubrir la Plazuela de San Javier, es una buena excusa para pasear y conocer mejor el barrio de La Latina.