El poeta Pedro Salinas nació en la calle Toledo. Vivió su infancia y gran parte de su juventud en el barrio madrileño de La Latina. Su desgarradora historia de amor con una estudiante norteamericana marcó la etapa más creativa de su carrera.
El poeta Pedro Salinas fue uno de los grandes de la Generación del 27 y máximo representante de la poesía amorosa. Nació en la calle de Toledo, en el barrio de La Latina, en el año 1891.
Hijo del comerciante Pedro Salina Elmos y de Soledad Serrano Fernández, Pedro Salinas quedó huérfano de padre a los seis años. Tras la muerte de su padre, su madre compró una vivienda en la calle de Don Pedro, 6. En este edificio, colindante al antiguo palacio de la Duquesa de Alba, vivirían juntos casi veinte años.

Los primeros años de Salinas estuvieron marcados por la vida cotidiana del barrio de La Latina. Fue alumno del Colegio Hispano-Francés entre 1897 y 1903. Después, se matriculó en el Bachillerato de Artes del Instituto de San Isidro, donde en su día también estudiaron otros ilustres escritores.
Más tarde se matriculó en la carrera de Derecho, en la Universidad de Madrid. Sin embargo, dos años después, abandonaría la carrera y comenzaría a estudiar Filosofía y Letras. Sus aventuras infantiles por la Morería y en el Campillo de las Vistillas, y el paseo diario hasta la Universidad Central quedaron para siempre en la memoria del poeta.

El auténtico amor
Salinas se casó en Argel con Margarita Bonmatí Botella. Tras vivir en París y en Sevilla, y posteriormente en Madrid, en el verano de 1932 cambió su vida. Fue cuando conoció a la estudiante estadounidense Katherine R. Whitmore, que luego se convertiría en profesora de Lengua y Literatura en EE.UU. Se enamoró perdidamente de ella.

El amor de Katherine fue la inspiración para hacer la trilogía poética ‘La voz a ti debida’, ‘Razón de amor’ y ‘Largo lamento’. Tras vivir de forma intensa su romance, su relación continuó por carta cuando Katherine regresó a su país para continuar los estudios.
Cartas de amor
La joven volvió a España en 1934, pero ese año la mujer de Salinas descubrió la infidelidad de su marido e intentó suicidarse. Katherine decidió poner fin a la relación y regresó a su país, dejando a Salinas en una profunda depresión.
Cuando estalló la Guerra Civil Salinas se trasladó a Francia. De allí a EE.UU. y posteriormente a Puerto Rico. Por su parte, Katherine se casó en 1939 con su colega Brewer Whitmore, de quien enviudó en 1943. Salinas, lleno de nostalgia, nunca perdió la esperanza de volver a estar juntos y continuó escribiendo a Katherine cartas de amor.

Último encuentro
Pedro y Katherine consiguieron verse en 1951, unos meses antes de la muerte del poeta. Tras pronunciar Salinas una conferencia, la profesora se acercó a él y le dijo: “¿No entiendes que tuvo que ser así?”. A lo que el poeta contestó: “No, la verdad es que no. Otra mujer, en tu lugar, se habría considerado muy afortunada”. Salinas murió el 4 de diciembre de 1951 en Puerto Rico, donde fue enterrado.
Reconocimiento en Madrid
Katherine falleció en 1982 y autorizó la publicación de las cartas de Salinas, que se guardaron en la Universidad de Harvard. La única condición es que se publicaran a los 20 años de su muerte omitiendo las cartas que ella le escribió al poeta. Esas 300 cartas, escritas a lo largo de 15 años de relación, son consideradas un auténtico tesoro literario.

En 1992 el Ayuntamiento de Madrid instaló una placa en el número 6 de la calle de Don Pedro. En ella se puede leer: “Aquí vivió el poeta Pedro Salinas (1891-1951) gran parte su juventud”. También se le dio el nombre de Pedro Salinas a la biblioteca situada en la Glorieta de Puerta de Toledo. En este lugar muchos estudiantes estudian la obra de uno de los vecinos más ilustres del barrio de La Latina.